Bienvenida del Presidente

Con mucha ilusión, con la misma que la hemos elaborado, la junta de la asociación os presentamos el XVIII Encuentro Nacional Veteranos del Sáhara.

Este año repetimos en Torremolinos, la misma ciudad en la que ya en 2015 celebramos el XI Encuentro Nacional. A la junta le pareció que era la mejor opción de las que se han estudiado.

A partir de ya y con la misma ilusión que lo hemos preparado, nos ponemos en marcha y os animo a inscribiros, para que nuestro encuentro llegue a buen destino, con una amplia mayoría de participación y que, al igual que en años anteriores, todos podamos disfrutar de unos días de amistad y camaradería en compañía de todos los compañeros y amigos de esta gran familia que somos los Veteranos del Sáhara.

Un abrazo para todos.

Manuel García López, Presidente ANVMSh

Hotel

-Reservas o estancias de menos de 3 noches tienen un incremento del 20 %.

-Habida cuenta que el hotel cierra una semana más tarde para acoger a todos los asistentes al encuentro, es NECESARIO que todo el que esté interesado en asistir haga la inscripción lo antes posible (sin ningún problema si posteriormente no puede asistir).

-El hotel ofrece a todas las inscripciones realizadas antes del 30/07/2023 habitaciones con vistas al mar (solo para reservas de 3 o más noches) sin cargo (hay hotel que suelen aplicarlo)

-Se recomienda elegir el régimen de Media Pensión, ya que el sábado (Comida de Hermandad) y domingo (Excursión), solo haremos la cena en el Hotel.

-Los que quieran estar más días pueden hacerlo reservando los días anteriores al Encuentro con mismas condiciones. En éste caso los que lo deseen pueden contratar el régimen de Pensión Completa.

Programa

MENÚ CENTRO MESA
-Selección de Embutidos de la Serranía
-Ensalada Escudero
-Taquitos de Pescado en Adobo

PLATO PRINCIPAL
-Arroz Caldoso con Choco y Alcachofas

A ELEGIR
-Carrillada Estofada con Patatas Panaderas
-o-
-Merluza en Salsa Verde

POSTRE
-Helado

BEBIDAS
-Vino de la Casa
-Agua Mineral

PRECIO EXCURSIÓN POR PERSONA
Socios: 40 €
No Socios: 42 €

Asistentes

Asistencia por Provincias

Crónica del XVIII Encuentro Nacional de Veteranos del Sahara

De nuevo hemos podido disfrutar del privilegiado enclave donde se ha celebrado nuestra reunión anual, el Hotel Sol Príncipe en la bella localidad de Torremolinos, donde ya recalamos en el XI Encuentro y en el que, vista la gran acogida y la magnífica atención que nos dispensaron entonces, la Junta Directiva de nuestra Asociación decidió repetir como lugar de celebración del XVIII Encuentro Nacional de Veteranos del Sahara.

Los compañeros de la Junta Directiva, de nuevo se han volcado en la tarea de preparar el encuentro, logrando sin duda, que el mismo estuviera a la altura de los anteriores. La elección del Hotel para albergar a los saharianos y sus acompañantes ha sido muy acertada, tanto por la calidad de sus instalaciones, como su ubicación y por el buen trato y amabilidad de sus trabajadores, los cuales, bajo una magnifica dirección, han contribuido a hacernos muy grata la estancia en el mismo.
Tras la llegada y la presentación en el “Cuerpo de Guardia”, una vez alojados, disfrutamos de la tarde libre para recibir y saludar a los compañeros. De nuevo nos juntábamos para disfrutar de otro Encuentro Nacional.

En la siguiente jornada, pudimos recorrer la bella localidad de Torremolinos y hacer acopio de compras y recuerdos en sus abigarradas calles comerciales, tras de lo cual, quien mas quien menos, se procuró sitio para disfrutar de mesa y mantel en alguno de los múltiples chiringuitos playeros, a degustar los productos típicos de la zona.

De acuerdo con la convocatoria previa, en la tarde día 27 se celebró en las instalaciones del hotel la Asamblea General de la Asociación, donde se ofrecieron los datos de las correspondientes cuentas anuales del pasado ejercicio, así como los presupuestos para el presente. Igualmente, y según estaba previsto en el orden del día, se presentó a los miembros de la Asociación el proyecto de convertir la misma en una Fundación, con el fin de preservar la continuidad de todo aquellos que significa nuestra mili en el Sahara, proyecto que fua aprobado por unanimidad delegando en la Junta directiva la realización del mismo.

En la mañana del sábado, los miembros de la Junta Directiva de nuestra Asociación fueron recibidos por la Teniente de Alcalde de la localidad, en un acto en el que se le hizo entrega de un recuerdo de la misma como muestra de agradecimiento por la acogida dispensada, acto que fue recogido por distintos medios de comunicación, prensa, radio y televisión locales. Mientras el resto de sahariano, aprovechando la bonanza del clima, disfrutaba del magnífico entorno hasta la hora en la que estábamos convocados para las pertinentes y habituales fotos de grupo de todos los asistentes, llegando de esta manera al acto central del Encuentro: la Comida de Hermandad.

Dicha comida se iba a celebrar en uno de los salones del Hotel que ejercía las veces de Cuartel General de los Saharianos. Al acceder al comedor, las damas fueron agasajas, además de con una bella flor como ya viene siendo habitual, con sendos obsequios, tanto por parte de la organización, como por un detalle personal de una de nuestras asociadas.

De nuevo resultó un éxito, tanto por la cantidad y la calidad de las viandas ofrecidas, como de la amabilidad y profesional del personal encargado de servirlas. Luego, como ya es tradición y gracias a la generosidad del amigo Martínez Esquius, levantamos nuestras copas y degustamos su delicioso cava a la salud de todos los presentes así como de aquellos que esta vez no han podido acompañarnos.

Finalizados los brindis, llegamos a la parte emotiva de la velada en la que se pidió un minuto de silencio en memoria de todos aquellos que ya nos preceden en el “último destacamento”. Este fue seguido respetuosamente por todos. A continuación, por la megafonía, se oyeron las notas de la canción “la muerte no es el final” cuyos acordes, provocaron nudos en muchas de las gargantas mientras se luchaba haciendo de tripas corazón, con las lágrimas que afloraban en las mejillas de todos los presentes. Era el momento para el recuerdo del amigo ausente, el compañero que ya no nos acompañará físicamente, pero que siempre perdurará en la memoria de todos nosotros.

Y finalizado este bello momento de recuerdo y recogimiento, se pasó a hacer entrega de los diplomas a aquellos nuevos compañeros que aún no lo tenían por ser su primera asistencia a un encuentro.
Igualmente se procedió a entregar al personal de comedor de un detalle por parte de la Asociación, así como los sinceros aplausos de agradecimiento de los comensales.

Aun quedó otra actividad reservada para la jornada del domingo, la excursión programada a las localidades de Ronda y Setenil de las Bodegas. En la primera de ellas pudimos conocer su historia y su entorno, gracias a unos estupendos guías locales. Posteriormente degustamos una magnifica comida y tras la sobremesa nos encaminamos a la localidad de Setenil para apreciar su singular trazado, con sus calles ubicadas bajo la bóveda de inmensas rocas que, en ocasiones, las cubren completamente. Finalizada la visita regreso al Hotel a la caída de la tarde. Aún quedaron horas por delante para seguir con las charlas entre amigos y las primeras despedidas.

Llegado el lunes, los aún rezagados, iniciaban su regreso a casa, felices y satisfechos por haber podido disfrutar, una vez más, un encuentro lleno de amistad, camaradería y saber estar.

No nos queda sino felicitar a los compañeros de la Junta Directiva, por la labor llevada a cabo de forma desinteresada y altruista para el disfrute de todo el colectivo. Esperaremos con ansia contenida, saber el lugar donde se celebrará el próximo encuentro y aunque somos conscientes de que cada vez el listón está más alto, confiamos en su buen hacer.

Esperamos y deseamos que aquellos que esta vez no han podido acompañarnos, poder contar con su presencia en el próximo. Los bonitos momentos pasados se quedarán para siempre en el petate de mi memoria, ese en el que guardo los buenos recuerdos.

Un fuerte abrazo a todos.
Fernando J. de la Cuesta (El Diablo Cojuelo)

Álbum de fotos

Crónica del XIX Encuentro en Salamaca

Decíamos ayer…
Con esta frase, Fray Luis de León tenía la costumbre de empezar sus clases en la Universidad de Salamanca y me viene pintiparada para comenzar esta humilde crónica sobre lo que ha sido y para todos ha supuesto nuestro XIX Encuentro Nacional de Veteranos del Sahara, celebrado en la ciudad donde se ubica dicha universidad, la más antigua de las de habla hispana.

Allí, a la sombra de tan prestigiosos muros, hemos disfrutado una vez más de nuestro encuentro, el de los veteranos, el que no puede faltar en nuestro calendario desde que allá, por el año 2005, un animoso grupo de antiguos soldados del Sahara se propusiera celebrar este tipo de reuniones.

Son ya diecinueve las veces que nos hemos reencontrado a nivel nacional, además de los múltiples encuentros locales que se vienen produciendo a lo largo del año, pero es en este en el que se reúnen compañeros venidos de todos los puntos cardinales de nuestro país y, desde el primero de ellos, no lo hacen solos; los acompañan sus esposas y compañeras, resultando de esta forma un encuentro a todas luces familiar.

Como siempre, los compañeros de la Junta Directiva de la Asociación, con su presidente al frente, han trabajado denodadamente para que todo saliera bien, desde el acierto en la elección del hotel donde alojarnos, hasta el mínimo detalle a tener en cuenta. Hay que reconocer que, gracias a su trabajo, el resto de asistentes nos encontramos con todo preparado y a nuestra disposición.

Como así ha venido sucediendo desde el ya lejano primer encuentro que celebramos en Guadalajara, los organizadores nos regalan su tiempo y su trabajo para que disfrutemos el resto.

Son muchos los compañeros que a lo largo de este último año se han ido incorporando en nuestra Asociación, y por regla general, lo son aquellos que llegaron los últimos al Sahara, los más jóvenes de nuestro grupo.

Son fácilmente distinguibles al incorporarse a su primer encuentro (esta vez fueron treinta y cuatro) por su afán de conocer, de saber, de empaparse del espíritu que anima estas reuniones y si al principio están un poco desorientados, con el recibimiento que se les dispensa, con la acogida de los más veteranos, con los primeros abrazos y reencuentros, se disipan todas sus dudas y prevenciones.

Lo que allí encuentran son compañeros, de entonces y de ahora, con los que recordar anécdotas y situaciones que a todos nos son comunes dentro de la particularidad de cada uno.

Ya desde el jueves a primera hora de la mañana, fueron llegando compañeros que se unirían a aquellos que habían decidido anticipar la llegada los días previos al encuentro.

El cuerpo de guardia estaba formado junto a la recepción del establecimiento para dar la bienvenida a los recién llegados, junto con la entrega de documentación, y aquellos objetos, tales como gorras, camisetas o polos que hubieran encargado.

Tras la inscripción y entrega de las llaves de las habitaciones, una vez acomodados, empezaron las primeras reuniones, los primeros abrazos, el interés mutuo de unos y de otros por la salud y la familia.
La primera catarata de emociones les llegaba a aquellos que, tras más de cincuenta años, se volvían a encontrar, aunque a alguno había que refrescarle la memoria, ya que el paso de los años había afectado el recuerdo del que entonces era un joven alegre y vitalista, y ahora se encontraba frente a un señor de edad avanzada, más gordo, más calvo, más lento.

Pero había algo en su mirada, un gesto, que les devolvía a aquel entonces y entonces saltaba la chispa: te acuerdas de… y su mente se trasladaba atrás en el tiempo, cuando ambos eran jóvenes.

El resto de la jornada se completó con la tarde libre y la llegada de más compañeros, mientras diversos grupos se diseminaron por la ciudad.

La mañana del viernes, nuevas llegadas, nuevos saludos, nuevos encuentros y la mañana libre para recorrer la ciudad y localidades aledañas.

Por la tarde ya asistíamos al primer acto oficial: la Asamblea Ordinaria convocada por la directiva de la asociación.

Durante el acto se presentaron las cuentas anuales y los presupuestos para el próximo año, ambos aprobados por los asistentes.

Igualmente, la Junta Directiva de la Asociación informó el estado de las gestiones llevadas a cabo
para la creación de la Fundación y la evolución del documental sobre la mili en el Sahara que se está llevando a cabo por una empresa audiovisual con la colaboración de la Asociación y la participación de los veteranos del Sahara.

La mañana del sábado nos permitió seguir disfrutando de la ciudad y de su entorno.

Mientras los más activos se dedicaban a descubrir los singulares rincones de la zona, otros, más reposados, entablaban tertulias en las dependencias del hotel a la espera de celebrar el acto central del encuentro.

Previamente, tras pasar por la sala de maquillaje y peluquería, nos sometimos a la ya clásica foto del grupo.

Como siempre, ellas, nuestras esposas y compañeras espléndidas, mientras nosotros tratábamos de estar a su altura, tarea harto imposible…

Tras la sesión fotográfica llegó la hora de pasar al salón donde tendría lugar la Comida de Hermandad; a la entrada de este, todos fuimos obsequiados con un bonito detalle de la organización: a las señoras un bonito abanico y un pin de nuestra futura Fundación, mientras a los caballeros se nos hizo entrega del mismo pin de un tamaño algo mayor.

Por un problema de logística, el habitual obsequio floral a las señoras no llegó a tiempo para su
entrega.

A todos nos sorprendió la magnificencia del salón que iba a acoger nuestra Comida de Hermandad, tanto por su bonita decoración, como por el tamaño del mismo, que permitió ubicar cuarenta y tres mesas, lo suficientemente separadas entre sí, sin apreturas, y con una magnífica
disposición.

Como los sitios habían sido previamente asignados, no se demoró mucho el que todos y cada uno de nosotros estuviera acomodado en su mesa respectiva a la espera de disfrutar las estupendas viandas que nos tenían preparadas.

Y entre plato y plato, una sorpresa: estábamos en Salamanca ciudad de universitarios y no podían faltar a la cita los tunos.

Un grupo de ellos se presentó en el salón y nos deleito con sus canciones que fueron esparciendo a lo largo y ancho del comedor, despertando la alegría y la animación, hasta el punto que alguna de nuestras damas se lanzara a bailar con ellos.

Gran detalle de los organizadores que nos sorprendió y agradó a todos.

A los postres llegaron los brindis y el emotivo momento en que todos, puestos en pie, escuchamos como por la megafonía sonaban las notas de la canción «La muerte no es el final» y con un nudo en la garganta nos unimos a la misma, formando un improvisado coro con los sentimientos a flor de piel, recordando a aquellos que ya no están entre nosotros físicamente, porque su espíritu y su recuerdo nos acompañarán siempre.

Tras este acto se procedió a la entrega de diplomas y acreditaciones de la concesión de la Medalla del Sahara a aquellos que reunieron los requisitos requeridos para su concesión.

Luego, tras una amplia sobremesa, nos repartimos por el amplio hall del hotel en animadas tertulias hasta la hora de la cena, mientras los «futboleros» se aprestaban a disfrutar de un partido en la televisión de gran tamaño que instaló la dirección del hotel.

Unos ganaron y otros perdieron, pero todos disfrutamos de un ambiente agradable; lo que unió el Sahara, no lo puede separar la rivalidad futbolística.

El domingo se presentó con una espesa niebla, aunque no fue óbice para que cerca de trescientos asistentes al encuentro se desplazaran a recorrer la ciudad en grupos organizados y posteriormente a comer a un restaurante de la misma.

Una vez finalizada la comida y la posterior sobremesa, regresaron al hotel de alojamiento, con lo que se dio por concluido el programa del XIX Encuentro Nacional de Veteranos del Sahara.

Quedamos todos emplazados para el próximo encuentro que tendrá lugar en…

Saludos.

Fernando J. de la Cuesta (El Diablo Cojuelo)