En la Primera Compañía. Capitán, Manuel García Vieyra de Abreu. Teniente, Fernando Sancho-Sopranis y Andújar.
En la oficina disponíamos de la mesa que se ve en la fotografía, que contaba con un micrófono, un tocadiscos y una cinta magnetofónica de larga duración, grabada con música de aquella época. Mucha música.
Desde esa oficina se hacían llegar a todos los barracones de la Compañía las órdenes e instrucciones que había que trasladar. En horas de descanso se ponía música a un volumen suficiente para que se escuchase, sin molestar a quienes estuviesen reposando.
Lo cierto es que disponer de esa mesa facilitaba mucho a los oficiales para trasladar todo aquello que fuese necesarios, sin tener que formar a todos los soldados.
Fue un acierto y una herramienta muy bien aprovechada.
Supongo que todos los que hayan pasado por esa Compañía recordarán todo lo que describo.
Otros relatos del mismo autor:
049.- MIS MEJORES RECUERDOS DEL SÁHARA
141.- EN EL BIR. 1970
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