“UNA ÉPOCA DE MI VIDA QUE ME MARCO PARA SIEMPRE”

Un día del mes de Enero del 1968 se me requiere en el Ayuntamiento de mi pueblo (San Fernando – Cádiz) para retirar la cartilla militar y informarte del día que me tenía que presentar en Cádiz e incorporarme a filas para cumplir el servicio militar, pues nada allí estaba yo en la fecha indicada cuando me entregan dicha cartilla me dicen que me ha tocado hacer la mili en Madrid en el B.I.R- no 1 que se encontraba en dicha capital, de todas forma yo no me lo creía y me informe por otros compañero, que sorpresa la mía cuando me confirman que este campamento se encontraba en África, el planchazo que me lleve fue tremendo pues de ir a África y no a Madrid el cambio era enorme, y pensé vamos a ver qué sorpresas se me presenta por esas tierra que por mi mente no pensaba conocerla nunca, pues nada para África.
Pero primero pasar por Cádiz, el día 15 de Enero a las 8 de la mañana en la caja de recluta no 221 , allí me encontré con un paisano mío y también otro chaval de Madrid (Medico) este iba para policía territorial, en ese momento mi padre me ofreció el primer cigarrillo este me lo fume aunque nunca lo había probado y ya no lo haría hasta cumplir los 26 años más o menos, a todo esto el cuñado de mi paisano que por lo visto había servido en el Sáhara empezó a contarnos sus vivencias por aquellas tierra, y recuerdo muy bien que nos decía cuando lleguéis a mitad de camino la chaqueta de abrigo os sobrará, y llegamos al Sáhara y la chaqueta no nos sobraba.
Pues nada llega el momento que nos hacen pasar al recinto del Baluarte de la Candelaria (Caja de Recluta) donde nos leyeron las leyes penales y de todo lo que decían no había una palabra que nos salvaran pues todo era pena de muerte, ya aquí fue donde empecé a decirme por lo que nos están leyendo y para el Sáhara no regreso de nuevo para la Península, también aquí nos dieron el petate una cantimplora y el cubierto, de aquí nos llevaron al cuartel de Artillería, cuando llegamos tuvimos que fregar los utensilios que nos dieron para poder comer, una vez que terminamos fuimos a que nos dieran la comida y nos dijeron que ya se había terminado, y a aquí empezó la odisea menos mal que mi padre pudo entrar en el cuartel le conté lo que nos había pasado y cogió y fue a comprarnos algo que comer y se me presentó con dos paquetes de pescado frito, no veas la alegría que nos dio, acto seguido los devoramos algunos compañeros y yo , al día siguiente embarcamos en el Virgen de África rumbo al Sáhara yo no podía ni hablar pues me dejaba atrás a lo que más quería mi tierra mi familia y mis amigos.
Llegamos a Cabeza playa el día 18 y había una neblina que no se veía a un metro, total que el barco tuvo que fondear y no desembarcamos hasta el día siguiente que no había neblina pero estaba todo gris, a esto nos llegan los anfibios y nos hacen tirarnos desde tres o cuatro metros desde el portalón y al mismo tiempo había que calcular el movimiento del anfibio con el barco porque podías caer al agua al tirarte, más de un compañero se partieron alguna pierna entre ellos un amigo de Sevilla me acuerdo de su apellido de la Concha, este era hijo del presidente del Betis, cuando llegamos a Cabeza Playa vi a un nativo y el pobre era más negro que la noche y estaba todo tullido (y yo seguía pensando esto son los comienzos vamos a ver lo que resta hasta la licencia), bueno pues camino del B.I.R , nada más entrar otro numerito observe a dos legionario recogiendo colillas y papeles y uno de ellos tenía una barba blanca como la nieve que media medio metro (y yo seguía viéndolo todo más negro), pero por fin llego un poco de alegría nada más entrar en el campamento nos dieron un bocadillo de caballa en aceite con el pan calentito que me supo a gloria.
Y ya aquí empezó la película, nos dieron las ropas nos pusieron la cabeza como una bombilla, a todo esto lo tomamos ya con un poco de broma pues pensamos que a sin había que hacerlo, pues nada llega el parte de retreta toda la compañía formada delante de mi barracón no 23 2a compañía, y empiezan a pasar lista hasta que llega uno de los reclutas que tenía una borrachera como un castillo y lo tenía junto a mí y dice en voz alta ¡CABO PRIMERO MARICON¡, todos no quedamos de piedra, quien es ese tío, pregunta el Cabo, allí no hablaba ni el gato, sin conseguir quien había sido siguen pasando lista y de nuevo ¡CABO MARICON!, quien es ese tío como lo encuentre se acuerda de esta, pues si señores lo dijo varias veces ya os podéis imaginar como estábamos todos hasta que llego uno que dijo quien era , pues nada estuvimos desde las 10 hasta la 1 de la noche cubriendo sin llegar al compañero que teníamos delante y los brazos se nos caía al suelo, pues se acabo el tema y todos a dormir.
Al día siguiente empezamos con los pititos, a mí me tocó pagar la novatada pues no me dio tiempo de vestirme y me arrestaron a cocina, a todo esto después del desayuno nos llevan a coger piedras a la playa, y yo seguía pensando para esto hemos venido al Sáhara, aquello parecía un campo de concentración todos en filas de a dos con una caja de fruta para llenarla de piedras, y nada seguían los pititos, señores vamos al baño higiénico, no vea el agua lo fría que estaba, (si yo en el mes de Agosto en Cádiz y me costaba trabajo meterme en el agua) pues nada a tragar con lo que había, pero a pesar de todo estas cosas que nos venía ocurriendo todo lo convertíamos en bromas y cachondeo (no podía ser de otra forma pues había que seguir hacia adelante), bueno y cuando llegaba el momento del reparto del correo y todos nos sentábamos en las camas a leer las cartas, nos mirábamos unos a los otros y no había un tío que no estuviera con lagrimas en los ojos, a todo esto terminábamos de leer y como es natural había que quitarse las penas pues nada empezábamos la juerga como Andaluces que éramos todos los del barracón y hasta que llegaba el momento de dormir, pues al día siguiente quedaban más piedras y más pititos, por cierto se me olvidaba un día nos dijeron que nos teníamos que bañar todos y mojarnos pues había quien no lo hacía, bueno pues después del baño vinieron los auxiliares a la formación verificando si a sin lo habíamos hecho pero tan solo un auxiliar no se había bañado al cual le invitaron más de una vez, el Cabo, el Sargento el Teniente y por último el Capitán y el auxiliar seguía en sus treces, cogió el Capitán (Don. Manuel Piñuel Vázquez) lo separo de la formación y lo puso firme y entonces le dio unos tortazos que todavía el tal se tiene que estar acordando pues yo no los he visto dar más fuerte, y encima lo arresto dos meses.
Uno de los días estando en la teórica nos llega el Teniente Armada y cayéndole dos lagrimas por las mejillas nos comunica que se había infiltrados unos moros por las frontera de Marrueco y que estábamos en alerta, como supondréis nos quedamos de piedra pues todavía no habíamos cogido ni el mosquetón, así estuvimos tres días gracia a Dios no ocurrió nada, hasta que llego la Jura de bandera, y ya nos mandaron a nuestros destinos que nos había tocado, aquí fue cuando me di cuenta del aprecio que nos íbamos tomado unos a otros, me acuerdo en especial de mi amigo Manuel Contreras Martínez (de Sevilla) el cual antes de que saliera hacia su destino me pidió con lagrimas en los ojos que le trajera un bocadillo (como no, si era mi amigo).
Yo fui destinado a la 1a Compañía de Intendencia en el Aaiún, cuando llegue fui a buscar a un paisano mío de Villamartín su apellido era Marchan el cual estaba en cocina, ya os podéis figurar como me vino la cosa pues yo siempre me iba a comer a la cocina y cuando tenía ganas de cachondeo me iba al comedor, aquí en el cuartel estuve de Sastre pues esa era mi profesión y no me fue muy mal pues ganaba algún dinero con lo cual no tenía que pedir nada a mis padres, estando en este destino con un subteniente Guarnicionero Don. Antonio Pulido el cual era muy buena persona (también andaluz), dado el sitio que tenía allí les hice muchos favores a mis compañeros y también a los oficiales y creo que me apreciaban un poco, pues venían a verme de todos los cuarteles, sin más me acuerdo de un compañero de Galicia que ahora no me recuerdo de su nombre al cual un día me pidió le arreglara el traje y que a final de mes me pagaría cuando le llegara el giro, se lo arregle y cuando le llego el dinero vino a pagarme lo cual lógicamente no llegue a cobrarle nada y encima le invite a merendar en la cantina donde estaba otro gran amigo como era Antonio Cutiño Gómez (este era de Coria), bueno pues a todo esto este gallego cuando mes faltaba unos días para licenciarme cogí una borrachera de campeonato, total que llego la hora de dormir y sobre las dos de la mañana me dio por ir a los servicios y cual sorpresa mía fue cuando salí de allí me encuentro en la puerta al Gallego y le pregunto qué hacía allí y me contesta esperándote no te vaya a pasar nada, a todo esto recuerdo que también en un momento le defendí de un veterano que estando acostado lo cogió por los testículos y no vea como gritaba el pobre Gallego y yo ni corto ni perezoso cogí las botas y le pegue un botazo que se estero el tal, pues a mí una de las cosas que no me gustaba eran ni las bromas pesadas ni los macutazos y menos que abusen de personas que son buena gente.
También recuerdo una noche que salía de la cocina a las 2 de la mañana (esto era normal casi todas las noches) veo unos pocos de reclutas que hacía unos días habían llegado y junto con un compañero mío José Conejero que vino al cuartel tres meses más tarde pues se quedo en el campamento de auxiliar, total que lo veo en el grupo y le pregunto que donde iban a esa hora y este me dice que a limpiar la cantina y le digo ¿ a limpiar la cantina ¿ cómo va ser eso , enseguida viene un cabo rojo que iba con ellos y me dice, esto lo ha mandado el Teniente, y cogí a mi compañero y le digo tu vete para la compañía y el cabo no vea el cabreo que tenia, y le digo al cabo los vas a tener hasta la hora que a ti te dé la gana cuando a los pobres les queda todo los traílles que estaban en el patio cargado de harina para descargarlos al día siguiente, ¡ pues esto se lo voy a decir al Teniente ¡ me dice el cabo y cojo yo y me voy para el cuerpo de guardia y de nuevo el cabo a donde va y le contesto a decírselo al Teniente para que tú no te moleste (como es natural yo no iba a ir pero él se lo tragó) esta me las paga me dice el cabo, y mi contestación veremos quien a quien, lógicamente fue él quien me las pago.
Como os contaba siempre estaba haciendo favores, pues también como me gusta mucho la pintura siempre tenía encargos de pintarles algún retrato que otro tanto a los jefes como a los compañeros, me recuerdo que el ultimo retrato que hice fue para un compañero de su hermana, era el ATS que teníamos en el cuartel y este se lo mandé a su casa al pueblo de Molina de Segura en Murcia ya una vez licenciado, el cual le gusto mucho a la familia y más a el que creía que no cumpliría con la promesa pues una vez licenciado no me acordaría de ello, después seguíamos felicitándonos en todas las Navidades pero una vez que me case perdí su dirección y tampoco me acuerdo de su nombre, lo cual lo lamento, me gustaría si algún día ve esta página y se acuerda de mi se pusiera en contacto conmigo.
Al tener un destino estaba exento de guardia, de toda forma tuve que hacer 8 guardias en los días de fiestas y 32 refuerzos, una noche estando de guardia en la puerta trasera del cuartel observo a un perro pequeño que teníamos que estaba junto a mí que levanta la cabeza y digo alguien viene, cojo el cetme y me voy para la puerta lo cargo y le pido el alto al que venía, como escondido, este me pide que no dispare que era el Sargento de guardia, este se justifico diciendo que la noche anterior había cogido durmiendo a uno en ese puesto, y era cierto, pero como yo lo sabia estaba esperando que me llegara, y creo que el susto no se lo quito nadie al apuntarle con el cetme (este Sargento estaba azirocao perdido). Lo que si lamento fue una noche estando de refuerzo escuche una ráfaga en el cuartel de Ingeniero y con sorpresa mía me entero que un compañero se había quitado la vida estando de guardia , por desgracia había mucho chavales que no soportaba el estar allí y lo llevaban muy mal como mi compañero Cutiño el cual aunque muy bromista cuando se quedaba solo no aguantaba la situación, pues todavía me acuerdo cuando yo me licencie fui para despedirme de él y se abrazo a mi llorando como un niño chico, esta y otras muchas cosas son las que nos han dejado marcados en nuestro corazón esa tierra africana, pero de toda forma si tuviese que hacer la mili de nuevo, pediría fuese en el Sáhara.
He visto en uno de los relatos en el cual se menciona el traslado a Canaria de unos cincuenta restos de Paracaidista que murieron durante la guerra de IFNI – SAHARA , pues es cierto, porque estando en el B.I.R un día nos contó un Sargento de Nómadas de nuestra compañía que estuvo en dicha guerra que junto al B.I.R saliendo por la alambrada por la parte Norte a la derecha, se tiraron de los aviones una compañía de paracas y fueron abatidos en el aire por los moros que estaban bajo la arena y por lo visto no quedo ninguno con vida, a este Sargento le mataron a un hermano suyo que era Teniente de caballería, dicho Sargento le tomaba el pelo a todos los jefes lo mismo al Capitán Piñuel , a los Tenientes Armada , Villalobos y demás mandos pues estaba todo azirocado, quizás por lo que pudiera haber sufrido por esas tierra durante todo los años que llevaba en ella, se contaba de el que en una ocasión cogió a un moro prisionero y lo mando a correr y cuando este lo hizo le disparó.
Bueno creo que con esto queda reflejado más o menos todas las vivencias que por esas tierra, nos ocurrió a todos los que hicimos “ LA MILI EN EL SAHARA “.

Espinosa Núñez, Manuel. (B) 17-12-2011
Intendencia.
El Aaiún. 1968-1969